Como la expectativa de vida difiere según el tipo de animal, la vejez también es variable. Generalmente, las razas muy grandes y las muy chicas tienen menor expectativa de vida que las intermedias. Éstas suelen vivir entre 13 y 15 años, por lo que a partir de los 8 a 10 años pueden considerarse «ancianas», mientras que las razas que apenas llegan a los 10 o 12 años (Mastines Napolitanos, Gran Daneses) a los 7 u 8 años mostrarán mayor deterioro. En esta etapa deben chequearse periódicamente el estado de los dientes, el corazón, los riñones, al columna vertebral, la cadera, etc. a fin de brindarle a nuestro compañero la mejor calidad de vida.
Si se completó el plan de vacunación de cachorros, una vez por año será suficiente. Se suele indicar una vacuna cuádruple, quíntuple o séxtuple para la mayoría de las enfermedades y la vacuna antirrábica aparte, separada por 15 días. Aproveche esa visita anual al Veterinario para despejar todas sus dudas.
No, para nada. Si usted tiene un perro hiperactivo las razones pueden ser muchas, desde falta de ejercicio hasta ciertas alteraciones comportamentales. Pero mantener relaciones sexuales no cambiarán eso, a lo sumo se encontrará un poco cansado el día en el que lo juntó con una perra, pero nada más.
No, en absoluto. Incluso la castración temprana (antes del primer celo) reduce significativamente la probabilidad de cáncer de mama y endometriosis. Consulte con un Veterinario para elegir el mejor momento para la castración.
Técnicamente, un perro o una perra dejan de ser cachorros cuando llegan a la pubertad, esto es: a su desarrollo sexual. Esto puede ocurrir entre los 8 y los 18 meses de edad, aunque depende de muchos factores como la raza, el tamaño, el ambiente, etc. Mucha gente piensa que su perro aún «es cachorro» debido a un comportamiento infantil, pero es útil saber que hay cuestiones individuales y hasta alteraciones de la conducta que mantienen esas características aún en la vida adulta.
Lo antes posible. Los perros deben conocer su entorno y los estímulos a los que se enfrentarán en su vida adulta lo antes posible, a fin de incorporarlos a su «base de datos» propia y evitar problemas de conducta. Si el Plan de Vacunación no está completo, sólo debe evitarse llevarlos a lugares de concurrencia pública de otros perros, como plazas y parques.
Es frecuente pero no es «normal»: algo está pasando para que el perro sienta la necesidad de hacer eso. Además, algunos tipos de pasto o césped pueden ser perjudiciales para el animal. Vigílelo y si es necesario, puede hacerle saltear una o dos comidas. Un día de ayuno no representa riesgo alguno para los perros. Por el contrario, no debe forzarlo a comer si no demuestra interés y menos aún si presentó algún vómito. Consulte siempre con el Veterinario.
No. El proceso de masticado es importante, porque en la boca comienza la digestión por medio de las enzimas salivales. Un perro que no mastica puede estar sufriendo exceso de apetito (polifagia) cuya base puede ser una enfermedad metabólica o un síntoma comportamental (ansiedad). En cualquier caso, consulte con un Veterinario.
No es conveniente, por dos razones: una es que nuestra comida no es un alimento completo para la especie y otra es que los perros no están preparados para asimilar muchos de los ingredientes que nosotros utilizamos: aceites y fritos, picantes, dulces, etc. Siempre le pedirá que le de de comer en la mesa, está en su naturaleza, pero de ser posible evítelo. Puede descomponerlos gravemente.
Es importante separar la comida de la familia de la del perro. Sírvale su comida dos horas antes que el almuerzo o la cena familiar o al menos una hora después. Coloque su recipiente en un lugar alejado, que no sea centro de la casa ni un paso obligado. Debe comer solo, sin que nadie lo vea comer. Ofrézcale su comida y si no la comió 20 minutos después, retírele el plato.